Entrevista
Un joven con discapacidad intelectual que sufrió acoso ofrece charlas para combatirlo
Jorge contra el acoso
30/11/2018
Blanca Abella - Imágenes: Álex Brun
“A veces pensaba que yo era el malo de la película”, confiesa Jorge Ruiz. Este joven con discapacidad intelectual que sufrió acoso durante toda su etapa escolar, ofrece ahora charlas en los colegios para luchar contra este terrible maltrato. Su testimonio genera una empatía especial y atrapa a muchos jóvenes. Los colegios reclaman su presencia como ejemplo contra el acoso escolar. Jorge soportó años de maltrato físico y psicológico y no quiere que vuelva a ocurrir, a nadie, por eso cuenta su experiencia, para “que se acabe el acoso”.
La resiliencia viene definida en el diccionario de la
RAE (Real Academia Española) como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.
Sonia fue profesora de Jorge en la
Universidad de Burgos y también su tutora durante unas prácticas que realizó tras el curso de Experto Universitario en Competencias Inclusivas para jóvenes con discapacidad intelectual. Cuando le pidieron que buscara una persona como ejemplo de resiliencia para un proyecto sobre innovación educativa, pensó en Jorge inmediatamente. ¿Quién mejor que él? Conocía su experiencia y el sufrimiento que soportó durante años, pero también su extraordinaria capacidad de superación y su facilidad para relatar el acoso con el que tuvo que convivir durante toda su etapa escolar, años y años de auténtico terror. Todavía hoy, Jorge, siente miedo cuando recuerda esos momentos y lamenta no poder perdonar a aquellos chavales, quizás en un futuro lo haga, pero ahora no se siente con fuerzas, tiene miedo.
Sonia logró que Jorge aceptara su propuesta al instante, no tuvo que convencerle de nada, al contrario, estaba encantado, “porque fue un reto para mí”, asegura Jorge. En su primera charla sobre acoso, 400 profesores formaban su auditorio, no era una tarea fácil, pero terminó conquistándoles. Su historia, respaldada con presentaciones de power point que Jorge elabora con destreza, captó a la audiencia y se convirtió rápidamente en un asunto de interés entre la población burgalesa, corrió de boca en boca y llegó hasta los colegios, que reclaman desde entonces la presencia de Jorge como ejemplo entre sus alumnos.
Que no vuelva a ocurrir
“Me gusta ser sociable con las personas y explicar lo que no hay que hacer, para que no vuelva a ocurrir”, afirma Jorge. Y se refiere al acoso, eso es lo que no hay que hacer. “Algunos días cuando salía de clase me esperaban en la escalera y me empujaban, a veces me pegaban en el recreo, a veces me insultaban, me amenazaban…”. Y así en todos los cursos de primaria y en los de secundaria, hasta que terminó sus estudios escolares. Jorge contaba con el apoyo de sus padres y de su hermana, que le animaba a no rendirse, pero nunca recibió el respaldo de profesores y responsables de los centros escolares, al menos así lo recuerda él.
Cada día, a pesar del miedo, Jorge iba al centro escolar a cumplir con su tarea de aprendizaje, porque le gusta aprender y estudiar. Sus padres se inquietaban al observar el temblor de sus manos, acudieron incluso al colegio para terminar con esta situación, pero el acoso se mantuvo un año tras otro. “Una vez los compañeros me hicieron daño porque se enfadaron entre ellos y el que pagó el pato fui yo… me sentía marginado y discriminado, nadie me ayudaba ni me apoyaba”.
Su testimonio no resulta tan sobrecogedor porque Jorge es realmente un ejemplo de resiliencia, porque se expresa con convicción y deseo de superación, de ejemplo, de ayuda. Quiere que no vuelva a ocurrir y anima a quienes sufran acoso a “que no se callen, que no disminuya su autoestima y que busquen nuevos amigos, si ves que tienes problemas con un chaval corta la relación y busca nuevos amigos”, afirma con seguridad.
Durante las charlas que ofrece en los colegios, se instala en el auditorio un silencio sepulcral, una atención muy especial, porque algunos de esos chavales, de unos 12 años, no saben qué es el acoso, no reconocen el daño de ciertos comportamientos, no entienden la agresión, pero tampoco el silencio de un chico que sufre, “¿por qué no te defiendes?”, le preguntan. Pero Jorge les abre los ojos con sus power point, su testimonio sincero y algún vídeo sobre acoso escolar que explica las claves de este terrible maltrato.
En ocasiones, asegura que llegó a dudar de sí mismo, "pensaba que yo era el malo de la película", pero sabe que no es así, son ellos, sus acosadores, quienes no actuaban bien: "Ellos piensan que somos malos o que tenemos problemas, pero nosotros somos personas amables, simpáticas y no nos tienen que discriminar”, explica Jorge.
Se enciende la chispa en el centro de Aspanias
Las charlas se organizan en
Aspanias Burgos, centro al que acude cada día Jorge Ruiz desde este verano, con un trabajo muy elaborado y auténtica profesionalidad, ya que entienden que el tema así lo precisa. La fuerza del testimonio ha captado la atención de muchos colegios y desean atender sus peticiones a pesar de sentirse realmente abrumados con tanta solicitud.
Al mismo tiempo, en Aspanias pensaron que sería conveniente ofrecer la charla sobre acoso escolar en el propio centro de la organización, entre todos los jóvenes con discapacidad intelectual que acuden cada día allí. Descubrieron que lo que le ocurrió a Jorge no es extraño, un elevado porcentaje de sus compañeros de centro había sufrido también acoso escolar y con un alto nivel de violencia. Algunos, incluso, confesaron haber pasado por situaciones similares, aunque nunca lo identificaron como acoso.
Y así fue como se encendió la chispa, porque ahora otra joven con discapacidad intelectual participa en las charlas y ofrece su testimonio y quizás se animen algunos más y logren llegar a todos los estudiantes de Burgos y a otros sectores como los futuros profesores, o estudiantes de universidad. El proyecto va creciendo pero en Aspanias quieren cuidarlo, hacerlo bien, porque es un arma muy potente y se han dado cuenta de que también es necesaria para que “se acabe el acoso”, como dice Jorge, para que “nadie más sufra acoso”.